En el año 2001 Angéline Bailly abre su marca Téo Jasmin. Esta diseñadora había notado una falta en el mercado de productos con impresiones de imágenes icónicas. La modificación digital y fotográfica de imágenes era una tarea común en su trabajo, y fue ese el acerbo que explotó para generar las imágenes que actualmente se imprimen en múltiples soportes.
En Téo Jasmin no vamos a encontrar patrones nuevos, ni diseños de vanguardia. Las imágenes impresas son reconocidas fácilmente por cualquier persona que no tenga instrucción en el diseño.