Buena comida, con buenos ingredientes

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La buena comida se merece Le Creuset, este es el slogan de esta empresa que ya tiene casi 100 años de historia. La ollas de La Creuset ya son legendarias entre los amantes de la cocina, objetos de culto, y una considerable inversión al momento de adquirirlas.

La Creuset comenzó a producir sus recipientes de hierro con esmalte en el año 1925 en Fresnoy le Grand, Francia. Es en este lugar donde se sigue produciendo, manteniendo algunos de las técnicas de manufactura, como la utilización de un molde de arena que se destruye al realizar un solo objeto.

La idea matriz de la empresa es que la excelencia de la comida empieza en los ingredientes. En su caso los ingredientes son las materias primas con que realizan sus objetos: hierro, acero, arcilla y silicona.

Sus ollas se caracterizan por su buen funcionamiento y por su belleza estética. El Cocotte u horno francés es uno de los ítemes con más larga historia y todavía uno de los más exitosos, disponible en una gran variedad de colores brillantes retro, incluyendo el naranja Volcanic, el sello de la compañía.

El secreto de las ollas es el sistema de pintado con múltiples capas de esmalte que no se salta y que evita las reacciones de la superficie con los alimentos; es una capa no reactiva que no requiere ningún tipo de tratamiento.

Le Creuset actualmente vende sus productos a más de 60 países, y sus ollas se pueden conocer a través de su página Web.

Buena comida, con buenos ingredientes
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