La empresa sudafricana Willowlamp surge de la unión de dos mundos distintos. Sus fundadores Adam Hoets, un arquitecto, y Sian Eliot una especialista en joyas, se unieron para fundar la compañía, que poco a poco fue logrando reconocimiento en su país de origen, tomando lugares en restaurantes de moda y espacios comerciales.
Actualmente Willolamp ofrece un amplio rango de lámparas de diversas características. El concepto común es la utilización de materiales industriales, pero realizando un proceso de construcción completamente manual y artesanal. Las piezas que forman las lámparas pueden ser seriadas y realizadas por máquinas, pero cada uno de los eslabones se enhebra a mano para generar estos objetos.
Las lámparas de la empresa son dinámicas. El viento y las corrientes de aire generan un movimiento muy atrayente. Si bien tienen un cierto sentido barroco, la utilización de materiales industrializados las acercan al diseño contemporáneo.
La fusión entre arquitectura y joyería está clara en cada uno de los objetos. Con una clara estructura, los eslabones le dan esa cualidad refinada que se espera en las joyas.
Algunas lámparas como la Flower of Life Chandeliers son la reinterpretación moderna de los candelabros antiguos. Su intrincada composición y los destellos que aporta el material metálico, le permiten emitir una luminosidad misteriosa y cálida.