Angus Hutchenson inició la empresa Ango en el año 2003. Este diseñador inglés, que se graduó con honores en la Architectural Association de Londres, basó su emprendimiento en Tailandia, y es allí donde desarrolla sus productos, utilizando lo mejor de dos mundos.
Las lámparas de Ango son la simbiosis entre lo natural y la tecnología. El lado tecnológico es evidente, la electricidad es una de las innovaciones que ha permitido a la civilización contemporánea avanzar, pero en este caso el uso de los avances tecnológicos va más allá de este aspecto. Este diseñador utiliza técnicas de lo más novedosas en la realización de sus lámparas. El uso de los materiales que realiza es completamente nuevo, y ha merecido reconocimiento a nivel mundial.
Lo natural obviamente viene dado por los materiales y por la forma en que se los manipula. La localización de esta compañía en Tailandia no es ajena a este aspecto. Ango utiliza especialistas en materiales, en fibras como la seda, el ratán, que trabajan estas materias primas desde tiempos milenarios.
El resultado es una línea de lámparas que destaca por su originalidad. Desde composiciones esponjosas como las lámparas realizadas con capullos de seda, hasta los objetos más glamorosos realizados con finos hilos de acero y oro.
La empresa apela a la conciencia ecológica de sus consumidores e informa que todos los procesos de fabricación y tintura de las fibras utilizan técnicas y materiales no perjudiciales para el medio ambiente.